Hay un ser que llena de felicidad tus mañanas, tardes y noches sin buscarlo, un amigo incondicional que siempre te esperará con ansias a la puerta de tu casa, quien te querrá sin medida y te protegerá tu valentía, es tu mascota canina.
Yo amo a mi perro. Mi fiel compañero de caminatas, de risas, de llanto y carnaval. El amor a una mascota es lo más sincero y celestial, pero a veces es una estafa. Sabes bien que tu compañero no podrá estar presente el resto de tus días, es una felicidad prestada por unos años, pero que estás dispuesto a vivir, por amor, puro amor, tan simple como eso.
Deja un comentario