Cuando llegaste a mi vida todo cambió. Tenerte cerca ha sido el premio mayor que la vida me ha dado. No hay momento del día que no piense en ti, en que dé gracias al universo por tener la posibilidad de decir que soy tu padre y que eso me ha llenado de cosas buenas, una montaña rusa de emociones que me hacen sentir este inmenso amor por ti, adorada hija.
Quisiera poder regalarte todo lo bueno de este mundo. Quisiera que siempre fueras feliz porque solo tu sonrisa es mi motor. Eres la hija de mi vida y no soy nada sin ti.
Deja un comentario